Haití

El año nuevo nos ha traído un terremoto.La ONU exige tomar el mando,la unión europea quiere llevar  la iniciativa,los marines dan prioridad a sus aviones,un teniente general decide quién puede aterrizar y quién no, los bomberos son obligados a dejar morir a una niña de doce años,los gobiernos hacen una reunión previa preparatoria de la preparación de una reunión que preparará la reunión en la que se decidirá qué preparar.Los alimentos  y las medicinas se acumulan y no se reparten,los soldados entregan barritas energéticas con una mano y sujetan sus metralletas con la otra, los líderes políticos se pelean por decidir quién debe tomar el control de la situación,para unos los otros son demasiado protagonistas, para los otros los unos son unos ineptos.Se tomarán decisiones en marzo, en abril o tal vez en mayo.Los periódicos hablan de las víctimas y cuentan tiernas historias,Dante es citado hasta la saciedad, lloramos lágrimas de cocodrilo por el bebé que ha sobrevivido tras seís días bajo tierra,los aguerridos soldados lanzan agua y alimentos desde el aire,los políticos se conmueven y llaman hermanos a las víctimas,hacen discursos con pesar en sus miradas y un mohín adecuado para la ocasión,las tareas de rescate se retransmiten en directo,con orgullo nos cuentan que el diez por ciento de las personas rescatadas lo han sido por compatriotas,se calcula el porcentaje de participación de los distintos países, se anuncian, como en una subasta, las millonarias aportaciones de  diferentes instituciones,las fronteras siguen siendo fronteras,el aeropuerto es el caos sobre la tierra,los dirigentes se reunen para debatir las medidas que deberían haber sido tomadas para evitar lo que está sucediendo, los estudiantes buscan en el mapa el lugar de la tragedia,en los bares se hace el silencio al comienzo de los informativos, lo indispensable hasta que dos minutos después el resultado del partido de su equipo les saca del trance,los ciudadanos de a pie mueven la cabeza y dicen compungidos pobre gente,la solidaridad se regala,se abren cuentas corrientes en los bancos,un niño quiere donar todo el contenido de su hucha, parte de los beneficios de un concierto se dedicará a ayudar a las víctimas,el presidente de los estados unidos celebra un año de mandato,todos somos víctimas,estamos con ellos, nos compadecemos.

Una ciudad derruida,sin agua,alimentos, luz y combustible asiste atónita al espectáculo del circo del mundo.Ven volar aviones sobre su cabeza,los imaginan llenos de todo lo que les hace falta,no sospechan que los reyes magos no existen,que papa noel no sabe dónde está su país,que el sistema que envidian no funciona,que somos un absoluto desastre.

Un niño, solo,muerto de sed y de hambre deambula por las calles de lo que fue su ciudad.Ya no siente nada.

9 comentarios

  1. Leí tu entrada de un tirón, sin respirar,casi. Me recordó a un resumen de aspecto nacional, que realizó una presona a la que admiro mucho: Lalo Mir. (lo busqué y encontré, te lo envío, just in case)
    A veces no sé si somos víctimas…. no tendremos un poco de lo que nos merecemos? de todas formas me duelen esos ojos negros.

  2. Gracias por esta entrada.

    ¿Sabes? Hemos hablado muchas veces que uno de los peores males de la humanidad es la ignorancia. No es falso. Pero en situaciones especiales como ésta la ignorancia cobra un cariz peligroso. Por la sencilla razón de que da pie a la desinformación. La naturaleza aborrece el vacío. Y a falta de datos, se tomará cualquier dato como bueno y válido para llenar el vacío de información. Incluso los datos de la prensa. Es cierto que ha habido una gran catástrofe en mi isla. Es cierto que cientos de miles han perdido la vida, los amigos, los familiares y las pocas posesiones que tenían. Pero también es cierto que todos podemos hacer algo al respecto. Es cierto que la ayuda es posible siempre. Y es cierto que en estos tiempos, el peor mal de la humanidad puede serlo el «espectadorismo». Convertirnos o continuar siendo espectadores de la desgracia ajena. Sin caer en cuenta de que, como bien dices, NO es AJENA solamente.

    Sentarse a contemplar lo que está sucediendo a través de las cámaras de CNN es la mejor receta para la apatía. Para llegar al convencimiento profundo de que no hay esperanza, de que todo está perdido. Antes, yo me preguntaba si era podía ser posible que ese fuera precisamente el propósito de estos medios de incomunicación. Hace mucho que ya me he convencido que ése es precisamente el papel que les han encomendado sus amos y que cumplen con gran fidelidad y eficiencia.

    Un microejemplo. En mi casa trabaja una mujer haitiana. Se llama Manette. Es evangélica. Cuando regresó de su casa el lunes no podía abrir los ojos. Se estaba muriendo de un dolor de cabeza, casi no tenía fuerzas para mantenerse en pie. Vino a trabajar porque tenía que venir. Todo le daba vueltas. Seguramente tenía la presión alta o baja. Su familia vive cerca de la frontera, así que todos estaban bien. Había estado todo el fin de semana en su iglesia visitando los hospitales dominicanos que están llenos de heridos del terremoto. En diez minutos, luego de una Ayuda (un procedimiento sencillo que sirve para traer la atención de la persona al Presente y despegarla del pasado) había desaparecido el dolor de cabeza, podía estar de pie, caminar, hacer su trabajo, producir algo valioso. Y hacerlo hizo el resto del trabajo. La enorme sonrisa de dientes incomparablemente blancos en ese rostro color chocolate se dejó ver una hora después. A mediodía ya estaba cantando. Yo le expliqué que necesitaba su ayuda. Que tenía 4 días durmiendo menos de 4 horas trabajando para ayudar a que la ayuda llegara a su país. Que si ella se derrumbaba yo no podría hacerlo. Hice que viera la importancia de su trabajo. Como a las 4 de la tarde, estaba tirada en la cama y no se podía mover. Le pedí a mi asistente que le diera otra Ayuda y se repitió la historia. Cuando ya estaba en mejor condición, le pregunté qué había pasado, si había hablado con alguien. Efectivamente, había hablado por teléfono con el Pastor de su iglesia que acababa de regresar de Haití. Le pedí que decidiera si quería irse a su casa, acostarse y seguir lamentándose y sintiéndose mal o quedarse y ayudarnos a hacer nuesrtro trabajo. Decidió quedarse. Quedamos de acuerdo en que no volvería a ver televisión y no volvería a hablar con el pastor y que me ayudaría a hacer que el hospital de campaña que había donado mi Iglesia en Puerto Rico llegara a salvo a Puerto Príncipe. Y así fue. Y ya se siente mucho mejor. Y puede hacer algo al respecto y sabe que lo está haciendo. Esa es, prácticamente, la única diferencia.

    El punto es sencillamente un asunto de punto de vista. Y podemos cambiar nuestro punto de vista con una facilidad pasmosa. Hay un circo montado, es cierto. Y no sabría decir en estos momentos si es peor ser payaso o espectador del espectáculo.

    Pero no es lo único que hay. El Circo está en una esquina y en Puerto Príncipe nadie le hace caso. Allí hay mucha gente y mucha más en camino que está trabajando con efectividad para mejorar las condiciones en ese país. Y te apuesto que si las cosas siguen en la dirección que van (fuera del circo) el resultado será para bien en Haití. Y ese pueblo llegará a estar mucho mejor de lo que estaba antes del terremoto.

  3. Uno puede perfectamente seguir siendo un simple espectador o un crítico. Y dedicarse a dudar de la posibilidad de mejorar las cosas. Y dudar que la ayuda llegará a su destino. Y dudar que se está haciendo lo correcto. Y nadie lo va a censurar, ya que es lo «normal».

    Uno también puede decidir ayudar.

    ¿Quieres ayudar y no sabes cómo? Ponte en contacto con los Ministros Voluntarios en tu país y te dirán cómo puedes hacerlo. Blog actualizado en inglés. Sitio en español.

  4. Una mezcla de compasión y asombro es la que me mueve por este país. Compasión por los hombres en total abandono, asombro de la fuerza natural contra un enemigo tan pequeño como podemos ser los humanos. Ayer Nueva Orleans, hoy Haití.

  5. ✓ Hace poco realice un relato sobre Haití. antes me documenté de su historia y su presente. De repente otro evento por el cual serán recordados, otro acontecimiento en la competición de la miseria y la injusticia. El futuro, si se repite la historia, que se repetirá, es a rey muerto rey puesto y tiro porque me toca. Siempre hay un problema de fondo cubierto por cortinas de humo.
    ✓ Me ha costado pronunciarme. Cuando son los pobres los que palman mi espíritu enmudece con mi pluma.
    Bravo por tu manifiesto.
    Ʈɧoŕ

  6. Maria eugenia,
    Sin respiración me ha dejado el vídeomontaje de Lalo Mir. Contundente.
    No lo dudes,para nuestra desgracia, casi siempre tenemos lo que nos merecemos.Somos los únicos responsables de nuestras vidas.

    M,
    Sí, es cierto.Nuestro pecado es convertirnos en meros espectadores.No de lo que ocurre sino de lo que nos dicen que ocurre.Nuestro pecado es también creernos lo que nos dicen a sabiendas de que eso no es la verdad.
    Lamentos, quejas, indignación y rabia no sirven de nada si no producen una reacción.
    Contemplar la desgracia ajena y no hacer nada porque consideramos que no sirve de nada, no es más que colaborar con el mantenimiento del estado de las cosas.
    En todo esto tienes razón y creo que es algo que la mayoría aceptará sin problema.
    Ser payaso o espectador.No es mal dilema.No me quiero contentar con la versión de que unos son muy malos y egoístas y los otros tontos e ignorantes.Los unos engañadores y los otros borregos.
    Me asusta pensar que incluso la buena intención acabe en payasada, inoperancia,desorden y desastre.En estos casos, cuando semejante fracaso es percibido la reacción siempre es la apatía.

    Edgar,
    Compasión y asombro son dos de los ingredientes que toman parte en lo que estamos viviendo estos días.Ambos son naturales.No son los únicos ingredientes.Decepción,rabia y vergüenza se mezclan con ellos de manera indisoluble.

    Eduard,
    Esa es exaćtamente la cuestión.¿Por qué nunca se ataca el problema de fondo?¿Por qué se oculta?Es, evidentemente, una pregunta retórica.La respuesta la sabemos todos.

    Lord Bellamy

  7. Estoy de acuerdo en que nuestro mundo es un circo y Haiti, ahora el escenario donde tiene lugar el espectáculo. Lo malo es que los leones se comen a los niños y los espectadores, tan tranquilos comiéndose palomitas. Exagero, pero poco, ya verás como dentro de unos días surgirá un espectáculo más jugoso y Haiti sera otra vez borrado del mapa. Un circo romano, versus tercer milenio. Lo que no quita que haya gente que ponga al servicio de los más desemparados, sus conocimientos, sus fuerzas o su dinero, en la medida de lo posible. Delante de ellos me quito el sombrero así como delante de tu texto que relata con una mezcla de crudeza y ternura lo que está pasando en el infierno.

  8. Cuanta rabia ante la impotencia, ante el dolor como moneda de cambio. Huyo de los telediarios que se deleitan en vender miseria. Nosotros como escritores nos revelamos ante la prepotencia de un mundo dividido entre ciudadanos de primera y supervivientes. Un relato sentido y cierto. Espero que tus letras hagan eco.
    Un saludo

  9. Decir lo que pensamos,discernir lo verdadero de lo falso,no creer lo que nos cuentan,estar siempre a la defensiva, sospechar siempre que algo se esconde tras la apariencia,tener la mosca detrás de la oreja,no decir sí a la primera,huir de la sensiblería,atreverse a hacer preguntas,vivir rodeados de mentira, mirar para otro lado,asistir a un circo sin ninguna gracia,sentir rabia,echar un pulso a la impotencia, admirar los gestos de los valientes,sentir pena,no caer en el desánimo,pensar que mañana será otro día,retener a la fuerza a la esperanza,tratar de no perder la confianza,no tirar la toalla,seguir viendo el lado bueno,dar un puñetazo encima de la mesa,hablar bien alto,taparnos los ojos,decir no.Sentir asco y seguir adelante.

    ¿Por qué todo es tan complicado?
    Es triste ver como la realidad se nubla ante nuestros ojos estupefactos.Uno no se levanta siempre se levanta con el traje de superhéroe.

    Gracias Anne, gracias Concha por vuestras palabras.

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