Carta a un idiota pagado de sí mismo

Estimado idiota, Cuando te conocí me pareciste, si he de ser sincero, algo rancio. Tu forma de hablar, de moverte y de vestir me previnieron. Yo, de natural abierto, hice caso omiso de aquellas señales y me juré juzgarte por tus actos. Me dispuse, por tanto, a la tarea de convivir, aunque fuera ocasionalmente, contigo… Sigue leyendo Carta a un idiota pagado de sí mismo