De vez en cuando, sólo de vez en cuando, somos capaces de agachar la testuz y reconocer que el castillo de naipes en el que habitamos se desmorona. Aceptar los errores es duro y difícil. Quien lo hace se dignifica. Generalmente la soberbia nos ciega ante cualquier acontecimiento que trastoca el orden al que nos… Sigue leyendo Las tres humillaciones