Siempre me han dado miedo los árboles.Representan lo que más temo: la inmovilidad.Quietos, anclados, esclavos de sus raices.Ellas sumergidas en las profundidades de la tierra.En la absoluta oscuridad.Retorciéndose en busca de vida.
El árbol,terco, agita sus ramas en un vano intento de escapar de su destino.Sueña durante siglos con huir de la soledad que le atormenta.Gime, se enfada, se quiebra, pero allí permanece; inmóvil,imponente pero impotente al ver pasar la vida y no poder seguirla.
Sin embargo, me gustan, me atraen. No puedo dejar de mirarlos, pero respiro aliviado cuando me alejo.Temo que sus ramas me atrapen, que sus raices me arrastren a la profunda inmovilidad de la tierra.
Amigo Jusamawi:
No le temas a los árboles, ellos ejercen un maravilloso magisterio.
Deberíamos intentar ser como ellos:
En los inviernos de la aflicción la soledad o el dolor,
cuando no hay sol de dicha en nuestras ramas,
deberiamos crecer hacia lo hondo de nuestro propio corazón,
y en el silencio de nosotros mismos hallar la plenitud humana,
hecha de Amor, de Bien y de Verdad.
Recibe un saludo desde el sur de Chile, donde los árboles son mis compañeros. Me ha gustado mucho tu portal y seguro que volveré si me lo permites.
En esta fria mañana acabo de tropezar con un fascinante punto de vista sobre un tema para otros sin importancia .
¿ temor o pasión por los árboles … ?
Hola de nuevo Marysol,
Estoy encantado con tus visitas.Puedes venir cuantas veces quieras.Estás en tu csa.
Con respecto a los árboles, son fuentes de muchas metáforas. Todas ellas posibles, la tuya también. Me ha gustado.El probema es que en mi caso el temor a la inmovilidad es cieto, y cada vez que me pongo a observar un árbol no puedo dejar de imaginar que yo lo soy también.
Saludos
Hola delapunta….
Temores y pasiones suelen ir indisolublemente unidos en muchas ocasiones.No podemos dejar de mirar aquello que nos produce rechazo.No podemos dejar de hacer aquello que nos da miedo.
¿No te pasa a ti?
Muchas gracias por la visita y el comentario.
Espero que vuelvas por aquí.
Un saludo
Tuve una especie de pesadilla anoche gracias a esta entrada. 😦
Para exorcisarme, esta mañana me fui al Parque y estuve caminando como una hora entre los árboles más hermosos que pudieran existir, en formación perfecta, en el número perfecto, en la altura perfecta…
Yo soy una apasionada de los árboles, Jusamawi, pero no te culpo… Hay ejemplares definitivamente terroríficos, las historias y películas de terror están llenas de su presencia. Por otro lado, cuando uno decide pasarse una vida o dos siendo árbol (o cualquier otra cosa, para los fines), sea por su inherente fascinación hacia estas especies o por vencer un miedo o por lo que fuere; o cuando uno decide dedicarse a hacer que otros lo hagan, y a media vida o antes se arrepiente, pues puede uno pasarla bastante mal y ni siquiera saber por qué.
Por eso, es bueno en general, tener la mayor conciencia posible de lo que decidimos ser y hacer en todo momento de nuestras existencias.
Vengo de tomar un té en tu jardin. Estábamos, Oscar Wilde, Milla y yo.
De vuelta a casa te encuentro entre mis árboles. Siento haberte producido una pesadilla.No es culpa mía sino de los árboles.Yo no he tenido una sino que la he imaginado.Se trataba de un bosque lleno de preciosos árboles.El probema estaba en que todos ellos tenían alas.
La primera fase es tener conciencia de lo que uno quiere ser y hacer.Esta cuesta pero en muchos casos se consigue.La segunda, la más decisiva y dificil, es decidir hacer y ser lo que se decidió en la primera.Este es el verdadero reto.Creo que pocos lo consiguen.Yo estoy en ello, aunque se me vaya la vida mientras tanto.
Sí, parece ser que nos cruzamos en alguna parte del camino de ida y vuelta. Pues no, no tienes la culpa ni has «producido» mis pesadillas por una parte y por otra, no veo cómo pueden serlo los árboles alados… Aunque pensándolo bien, dependería del tipo de árboles (lo que determinaría el tipo de alas, claro), de la envergadura (que naturalmente debía ser bastante amplia) y especialmente de si el ruido que hacían al desplegarse era un rugido o un susurro…
Tus fases son ciertas y son como tú dices, para cada ciclo de acción (el proceso de comenzar algo; continuarlo y/o hacer los cambios pertinentes mientras proceda; y terminarlo o pararlo), por más grande o pequeño que puedan ser, muy muy pertinentes. Se aplican desde toda una vida (o un conjunto de ellas) hasta que posteo hoy en mi blog.
Nada que oponer.
Hola de nuevo… llevo desde la otra noche para dejarte este comentario y aquí está.
Cuando leí el título de la entrada «árboles» me apeteció un montón leerla, y más viendo que había fotos (aunque las fotos ya auguraban que no iba a tratar sobre lo que yo pensaba).
A mi los árboles me encantan, me gusta mirarlos desde debajo cuando el sol traspasa sus hojas y el verde brilla con tanta intensidad y escuchar el sonido del viento meciendo sus hojas.
Me gustan los almendros nevados en primavera, los robles pintados en otoño, el verde de los tejos, el olor de los pinos tras una tormenta y buscar entre sus hojas cuando tengo un rato diferentes pajarillos con mi guía de aves en la mano.
Así que me sorprendió tanto la entrada… pero también me pasó otra cosa, que te comprendía perfectamente porque algo así me pasa a mi con el mar. Me atrae, me gusta mirarlo, pero a la vez me da miedo, me produce angustia, y me provoca esa dualidad de sentimientos.
Hola Cris,
Veo por lo que dices que entiendes perfectamente a lo que me refería.
Pon unas cuantas fotos del mar y habla sobre esa dualidad de sentimientos y tendrás una entrada gemela a la mía.
Los árboles, el mar y otras muchas cosas no son más que símbolos de esa dualidad de la que hablas y que era lo que yo quería destacar.
Nos vemos
No gracias, prefiero escribir sobre árboles… lo otro ya sé por qué ocurre y eso hace que le dé menos importancia (de algún modo no es mío ¿sabes? y simplemente lo dejo en tareas pendientes para ser resuelto.
Hay un libro super interesante que cuenta de dónde provienen esas sensaciones de angustia, miedos… y que te recomiendo. Se llama Dianética y a ti que te encanta el tema del hombre, cómo es, la bondad y la maldad, y otros temas filosóficos creo que te gustaría.
Nos vemos. Cris.
Gracias por la recomendación.
Jus, me gusto mucho este pots y las fotos que subiste, es extraño como todos los seres humanos percibimos las cosas de distinta forma, los árboles para mi son maravillosos, puedo sentir el mundo a través de ellos, las raíces son sólo sus manos aferrándose a la vida que les da la tierra, sin embargo a través de sus copas reciben del cielo esa otra vida, al igual que nosotros y no temas a estar quieto o sin movimiento, incluso esa etapa creo que sirve para sentir y ser en lo que esta afuera, moviéndose, agitándose…, perdiéndose.
Un abrazo, 🙂
Ya ves Patricia, todos tenemos varias caras. Podemos ser percibidos de diferentes maneras. No sé si es bueno o es malo, no sé si ierto o falso pero es así.
Un abrazo para ti también
Yo sé una manera de que realices la 2ª fase, de tal manera que en vez de írsete la vida en ello, encuentras la vida en ello, perdiendo a la vez el miedo a la inmovilidad y el miedo a los árboles. Jesucristo es el mejor psicólogo de todos los tiempos, que te conece íntimamente mejor que tú mismo. Casi todas sus parábolas son sobre árboles, semillas, frutos, tierra buena, tierra mala. Él puede sanar tu miedo y darle un sentido al hecho de haberlo sufrido. Te recomiendo la lectura de su Palabra en los evangelios. Rezaré para que lo consigas (pero tienes que poner de tu parte).
Un fuerte abrazo. Almudena
…de hecho, eso que dices de que la segunda fase es el verdadero reto, es una verdad tan auténtica como el propio evangelio de Cristo, por eso estás muy bien encaminado para dejarte sanar por Él. Leyendo toda su Palabra en los evangelios del Nuevo Testamento podrás comprender con toda claridad esto que te digo.
¡Mucho ánimo!
Hola Almudena,
Bienvenida al blog.Gracias por tus comentarios y consejos.Ten por seguro que pondré de mi parte todo lo que pueda.
Saludos
Hola amigo pasando por aca buscando respuesta a mi fobia y pues tratando de entender también lo hermoso de la naturaleza lo bello de los árboles y su majestuosa presencia entre nosotros, sin embargo pasa que en mi cuerpo surgen sensaciones espantosas cuando me acerco a uno mas si es muy alto o grande en proporción… Me gusto tu aporte!
Hola Eduardo,
Coincidimos en la mezcla de sensaciones. Las dos son reales.No nos queda más remedio que vivir con las dos. Las fobias son difícilmente gobernables.
Salud!