-
Las horas de nuestras vidas
Cuatro de febrero. Llueve y el horizonte no existe. La niebla se interpone. Estoy volviendo a casa y esas cuatro tímidas letras se me antojan más acogedoras que nunca. Las calles están casi vacías. Solo se ve algún que otro ser humano refugiado bajo un paraguas. Es un día solitario en una ciudad desierta. El — read more
-
El azar y el agua
Hoy ha amanecido un día lluvioso. Presagio tal vez de lo que luego sucedería. Yo tenía fiesta. Lunes de gloria. Si me dan a escoger un día laborable para que sea festivo siempre me decanto por el lunes. El domingo entonces sufre una metamorfosis y según se va acabando se transforma por arte de birlibirloque — read more