Oscar Wilde y yo

Hay un libro que escribió Lord Alfred Douglas titulado «Oscar Wilde and myself». En él, el joven y mimado amante de Oscar Wilde inventa un buen montón de patrañas para justificar su lamentable actitud hacia su amigo, sobre todo en los momentos difíciles. A mí me costó mucho tiempo conseguir este libro, pero al fin pude leerlo. Primero en una vieja edición francesa y finalmente en la versión original en inglés. La sensación que tuve al leerlo fue agridulce. Por un lado sentí satisfacción pues trabajé cual Sherlock Holmes para conseguirlo, por otro, sentí pena y rabia al comprobar la terrible capacidad que tiene el ser humano para reinventar su propia vida y justificar lo injustificable con tal de tranquilizar su conciencia.

Hoy, mucho tiempo después, titularé esta entrada «Oscar Wilde y yo». Si Lord Alfred puede, ¿por qué no yo?

Andaba yo un día aburrido en la vieja casa de mis padres (y mía durante mi infancia y primera juventud). Una de mis actividades favoritas en tales ocasiones consistía en espiar, escudriñar, investigar y echar una ojeada u hojeada  a los libros de mi abuelo. Aquella tarde cayeron en mis manos un par de tomos que componían la biografía de Oscar Wilde. El libro había sido publicado a principios de siglo (XX) por un tal Frank Harris. Abrí el libro y en la primera página encontré una fotografía de Oscar tomada en el año 1894. Eran sus años dorados, pero poco faltaba para su caída. Permanecí un buen rato estudiando aquel rostro grande, de expresivos ojos, gruesos labios y un no sé qué de niño grande. Pude cerrar el libró en aquel momento, pero no lo hice. La inteligente expresión de aquel hombre hizo que me arrellanara en el sillón y comenzara a leer las siguientes páginas. Así empezó todo. La magnética personalidad de este gigante irlandés me cautivó (¿qué tendrán los irlandeses?). Gracias a mi difunto abuelo, otra vez, encontré también una edición en cuero rojo y papel biblia de las obras completas de O.W. Leí su poesía, me pareció grandilocuente y lejana, leí sus cuentos y aún siento la emoción que entonces sentí, leí sus obras de teatro y descubrí el ingenio, humor y talento de aquel hombre, leí Dorian Gray y lo admiré, ley sus ensayos y descubrí que debajo de lo aparentemente superficial se escondían grandes verdades y leí La Balada de la Cárcel de Reading y ya nunca la olvidé. A partir de entonces Oscar era ya mi amigo de toda la vida. Busqué y encontré mucha bibliografía sobre él. A medida que lo iba conociendo lo sentía más cercano. Su temperamento me cautivó. Reí, disfruté y lloré al recorrer los caminos que el recorrió. Londres se convirtió en mi segunda ciudad y creía conocerla como la palma de mi mano, aunque todavía yo no había estado allí. Puedo decir, sin temor a equivocarme que O.W. no es mi escritor favorito. Ha habido y habrá otros. Lo que si puedo asegurar es que Oscar se ha convertido en mi mejor amigo escritor. Llegué a conocer a la persona muy bien y no miento si digo que le tengo un enorme cariño.

Tiempo después, al acabar la carrera en la universidad, comencé a trabajar en un proyecto en el que el protagonista sería él. Para darle un poco más de enjundia y dado que existía una gran cantidad de trabajos, ensayos y libros sobre el señor Wilde, decidí incluir en mi estudio a los que yo creía sus dos maestros preferidos: Walter Pater y John Ruskin. Mi trabajo versaría sobre la influencia que estos dos hombres habían tenido en la concepción del arte de O.W. Al poco tiempo de comenzar la tarea me di cuenta de que sin un buen conocimiento del inglés poco podía hacer por el bien de mi propósito. Dicho y hecho: me lancé con furor al estudio de la lengua más extendida del planeta (gracias Oscar). Al tiempo, eso me llevó a pasar una larga temporada en Londres. Allí conocí mucho mejor a Oscar, recorrí los lugares que el conoció tan bien y acabé en una de mis andanzas en Tite street, en la casa en la que él vivió. Permanecí largo rato frente a su ventana pero no se asomó por ella. Compré muchos libros y los leí todos. Estando allí, en las calles de aquella ciudad, la cercanía y la intimidad con él se hicieron mayores. Quise descubrir el Londres victoriano pero ya poco queda de él. Cogí un tren y marche a Oxford. En el Magdalen College, lugar donde estudió, creí verlo caminando entre los árboles del parque. El lugar estaba desierto, llovía y no existía ninguna dificultad en imaginar esas mismas piedras, árboles y bancos un siglo atrás. Estaba solo y no lo estaba. Oscar caminaba a mi lado. Vi claramente a un joven estudiante con sus ropas extravagantes y la flor, siempre la flor, en su solapa intentando epatar a sus compañeros con teorías inverosímiles. Sonreí y me fui.

No todo fueron sonrisas. Otro día gris, viajaba yo en tren y, en un momento del trayecto, resultó que el pueblo que veía a mi derecha a través de la ventanilla era Reading en cuya cárcel pasó Oscar dos años de trabajos forzados por el increíble delito de mostrar en público lo que otros muchos hacían en privado pero, hipócritas, condenaban en público. En la celda de aquella prisión fue castigado a  deshacerse de sus bienes más queridos: lápiz y papel y a ser testigo del inhumano trato que allí se dispensaba incluso a los niños, cuyo llanto por las noches le desgarraba el alma. Finalmente y gracias a un buen carcelero consiguió Oscar permiso para tener algunos libros y poder escribir. Eso suavizó algo su tormento pero de su pluma salieron las más tristes palabras que nunca escribió. Al salir de la cárcel abandonó Inglaterra y marchó a Francia donde vivió sus últimos años bajo seudónimo y donde murió solo.

Yo volví a mi casa, con más kilos(de libros) y la vida continuó. El trabajo sobre O.W. quedó momentáneamente aparcado pero él seguía a mi lado a través de sus palabras y de los libros que sobre él muchos otros habían escrito.

Nunca en mi vida había yo hecho un peregrinaje semejante siguiendo las andanzas de ningún autor. El siguiente capítulo fue en París donde unas navidades blancas visité otros dos puntos claves en la ruta Wildeana. El pequeño Hotel D’Alsace continúa donde estaba, ahora está remozado. Entré en él y sentado en una mesa del bar imaginé la habitación donde Oscar pasó sus últimos días. Allí murió. Allí estaba yo recordándole. La comitiva de su entierro fue muy escasa. Él,que antes había conocido los fastos de la fama, fue enterrado en soledad y a toda prisa. Hubo que hacer una colecta para pagar su entierro. Oscar Wilde está enterrado en el cementerio parisino de Pere Lachaise. Allí, en su tumba, como en su solapa, hay una flor que yo le dejé. No importa que se haya marchitado hace años. Sé que allí permanece.

El año pasado volví a los orígenes. Tuve la suerte de viajar a Dublin. El mismo día que llegué me trasladé hasta Merrion Square. En el número 1 se encuentra la casa donde nació. Miré hacia las ventanas del primer piso e imaginé a Lady Wilde en su salón, con las cortinas echadas, recibiendo a sus amigos y recitando viejas poesías irlandesas. A su lado, observándolo todo, el pequeño Oscar, vestido de niña, escuchaba embelasado las palabras que llenaban la estancia. En el parque que hay frente a la casa se encuentra una estatua de Oscar recostado, con una sonrisa  y un libro. Inspirado por la imagen, me fui al cercano hotel Shelbourne. Allí, con una sonrisa en la cara, un libro en la mano e inmejorable compañía bebí una Guiness a la memoria de mi amigo Oscar Fingal O’Flahertie Wills Wilde.

Lord Jusamawi

P.D.: La idea de escribir esta entrada se la debo a mi amigo el farero Luis. Por eso se la dedico.

P.D.: 2: Al escribir sobre O.W. uno siente la tentación de  escribir muchas de las citas y dichos del autor. Son todas ellas terriblemente ingeniosas. En esta ocasión he preferido no hacerlo. Si a alguien le pica la curiosidad que acuda a las fuentes. No se arrepentirá.

23 comentarios

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  2. Hola Jusamawi: Me ha parecido muy interesante tu relación con Oscar Wilde, tal parece que tu amistad con él ha traspasado los límites del tiempo y del espacio.
    El nombre de Oscar Wilde sobrellevó el estigma impuesto por la puritana sociedad victoriana, pero en la actualidad, ha sido reconocido como un brillante crítico social, y sus obras mantienen una vigencia universal. He leido algunos de sus poemas y sus citas, y tal como nos cuentas, son muy ingeniosas: Aquí te dejo una que me gusta mucho: «Los hombres aspiran siempre al primer amor de las mujeres. Nosotras apetecemos ser el último amor de un hombre».
    Un abrazo

  3. Estimado jusamawi: Quiero darte las gracias por haber atendido mi recomendación y –sobre todo– por haberme dedicado este magnífico texto, muestra de una portentosa riqueza de imágenes poéticas que se suceden incansablemente. Creo que no peco de exagerado si te digo que «Oscar Wilde y yo» transmite un discurso transido de ecos y reminiscencias que avanza a través del relato como una elaborada metáfora del amor que alguien –tú mismo, en este caso– puede sentir por la literatura. Una travesía del personaje, de nombre jusamawi, cuya voz se identifica plenamente con el autor admirado desde la placentera época de la infancia y su memoria.

    He disfrutado muchísimo esta lectura.

    Enhorabuena, amigo. Recibe un fuerte abrazo.

  4. Ha sido un placer, Luis.Te agradezco el empujón y las generosas palabras que me dedicas.Nos vemos en tu faro, donde todos disfrutamos a diario de tus escritos con olor a salitre y espuma.

    Salud

  5. Preciosa e inspiradora entrada, Jusamawi, absolutamente hermosa. Deberé sentarme ahora y leer, leer, leer…. y aprender todo lo que desconozco, que es mucho, de las historias que relatas. Me avergüenza un poco decir que jamás había escuchado sobre este «Bosie». Me pareció suficientemente interesante como para querer saber más…. no pude evitar hurgar en la red -muy de prisa, ya que estoy en medio de otro proyecto- y colocar a toda potencia mis «antenitas» de oráculo para intentar captar qué tan canalla puede haber sido este individuo a quien alguien como tu amigo amó….. ¿o debería decir «adoró»? ¿Sabes? veces, adorar significa algo más que querer «a todo volumen»… es poner al otro en una posición que automáticamente nos rebaja y nos disminuye… es una mala idea, especialmente mala en el caso de un ser del tamaño de OW…. la belleza, siendo el más sublime de los logros humanos y divinos es también la más letal de todas las armas, y mucho más para un artista…. pero claro, sólo te escribo lo primero que me vino a la cabeza cuando vi las imágenes y algunos escritos de este Lord-niño.

  6. Gracias,Karen.Lee si tienes tiempo.Bosie fue la maldición de O.W.Eso no significa que él fuera maldito.Nuestro irlandés cayó una y otra vez en la tentación y fue incapaz de superarla a pesar de saber que no debía hacerlo.La razón es la que tu dices, cayó en la adoración de un angel mimado y caprichoso, pero parece que encantador.

  7. Jusi, que interesante entrada, debo confesar que Oscar Wilde es uno de mis autores preferidos en la narrativa, tal vez porque partí leyendo con algunas de sus obras, y me tiraba en el pasto de mi casa a leer el príncipe feliz y lloraba y reìa y soñaba, luego el retrato de Dorian Gray, donde querìa que algùn pintor se apiadara de mi y pintara mi retrato para que èste envejeciera y yo permaneciera en el tiempo, luego comprendì que serìa terrible. Gracias por el paseo, lo disfrute muchìsimo.

    Un abrazo. 🙂

  8. Yo también leía -una y otra vez- El príncipe feliz, desde niña y lloraba a mares… Qué bueno (por él) ser tu amigo, Jusamawi. Así ya no le faltará quien lo defienda….. ya que en ALGUNA parte tiene que estar! Ya averiguaste qué es lo que tienen los irlandeses? Yo no lo sé con certeza, pero tengo cierta idea… Gracias por este post tan verdadero, tan tuyo.

  9. Patricia,
    me alegra saber que tengas a O.W. entre tus preferidos y que hayas disfrutado con el paseo.

    De nada

    Milla,
    No sé si seré capaz de defenderle.Ya lo intentó él mismo, y, a pesar de todo su ingenio, mira cómo le fue.Yo tampoco sé qué es lo que tienen los irlandeses, pero algo tienen. No me cabe ninguna duda.Si tú me pudieras dar alguna pista…

    Ha sido un placer

  10. Jusamawi, tienes razón, no había pensado en eso…. a ver, a ver…..? Bueno, si eres bueno para la pelea (no lo sé, traté de afilar mi percepción espacio-temporal transoceánica alias «intuición» pero no capté nada esta vez, no sé por qué, tal vez por el cambio de horario o quizá porque estás en un cuarto con paredes recubiertas de plomo… pero la razón me dice que no es demasiado probable) bueno, en fin… si eres bueno para pelear (a los puños o artes marciales o arco y flecha, lo que sea) puedes, si no, no. Un amigo mío dice, y yo estoy de acuerdo, que el desequilibrio entre la fuerza y la inteligencia es en gran parte lo que tiene a nuestra especie en el estado lamentable en que se encuentra. Obviamente, a él, como a ti, le sobraba la segunda, pero tenía (quizá hasta por principio…) cero de la primera. Lo mismo a Gandi, lo mismo a un inmenso montón de seres valiosos que se perdieron por esta razón. Ser pro paz es una cosa. Poner «la otra mejilla»es otra, completamente diferente. No ser capaz de discernir cuándo ha llegado el momento de romperle la cara (o el brazo o lo que sea) a un abusador, metafórica Y literalmente hablando; es algo ya mucho mas serio. No se trata de convertirnos en Rambo, en lo más mínimo, insisto… pero si hace falta, en Neo sí, mucho más estilo, no crees?

    La magia de Irlanda, IMHO, es precisamente esa, La Magia. Allí viven los celtas todavía, los duendes, las hadas, los druidas y otros seres no demasiado sólidos, altamente espirituales y poderosos…. Todas las personas que en lo más hondo de su corazón quisieran volver a un tiempo en el que todos teníamos esos poderes…. aunque no se hayan dado cuenta, les atrae tremendamente esta tierra.

  11. Creo que ciertos hombres no necesitan que nadie los defienda, su obra es su mejor abogado. Milla, como siempre coincido plenamente contigo respecto a la descripciòn que das de Irlanda, justamente he estado inmersa en su mùsica estos dìas, me ayuda a escribir. Un abrazo.

  12. Interesante teoría Milla.Fuerza e inteligencia desequilibradas.Lo que no acabo de ver claro, es a qué tipo de fuerza te refieres. Si se trata de la fuerza física necesaria para romper la cara a la gente está claro que a Gandhi no le sobraba.Sin embargo yo definiría a Gandhi como a una persona tremendamente fuerte.Era lo suficientemente inteligente como para no usar la fuerza. Rambo representa todo lo contrario.Parece que propones a Neo como la vía intermedia.Sé que es un personaje de Matrix, pero nada más. Otra vez bajo la testuz y reconozco que no he visto Matrix.
    Lo de poner la otra mejilla es muy curioso pues yo creo que jamás se ha entendido. Pasa lo mismo que con la resignación cristiana.Durante siglos los cristianos han aceptado(confundidos y engañados por la jerarquía) estos dos símbolos como pruebas de que hay que aceptar todo aquello que se nos viene encima y posponerlo todo para una vida futura ( y prometedoramente feliz) Desde este punto de vista Gandhi era mucho más cristiano que los cristianos y representaba la fuerza que debería tener el cristianismo.
    Poner la otra mejilla es demostrar que estás en otro nivel. Es un símbolo de la superioridad de la razón sobre la fuerza.Es decir, me podrás pegar pero no me podrás quitar mis ideas.
    ¿Qué no es útil?Pregúntaselo a Gandhi, a Sócrates o al propio Jesucristo.

    IMHO es curioso que Irlanda sea el país más católico de Europa(si es que eso todavía representa algo).Esto no cuadra muy bien con la rebeldía y la unión con la naturaleza propia de esta gente.Será como tú dices.Viva entonces la magia.Van Morrison, que como sabes ,es para mí uno de los más grandes irlandeses representa bien lo que digo.El secreto de su embrujo no consiste en cantar con o desde el alma sino con las entrañas.

    Patricia,siguiendo con tu teoría, lo mejor que podemos hacer como abogados de O.W. es dar a conocer sus palabras.Ellas se valen por sí solas para dejar a cada cual en su sitio.Ya lo dijo Oscar y yo también muchas veces» Perdona a tus enemigos, nada les molesta más»(Curiosa mezcla de cristianismo mal entendido y wildeanismo sagaz)(Creo que esta frase la firmarían Gandhi y Jesucristo de muy buena gana)

  13. ¿Todo lo anterior significa que nunca aprendiste Kung-Fu (Supongo que sabes lo que significa el término…. )

  14. Es una lástima que no hayas podido ver la Matrix, al menos la primera…. vale la pena. No es Ingmar Bergman (que adoraba en mi juventud, ya no), pero hay que verla… intuyo que no eres fanático de la SF como nuestra amiga… yo no soy fanática, pero me agrada en general.

    Nunca había visto el asunto de presentar la otra mejilla como lo planteas tú, y pienso que puedes tener bastante razón.

    Yo pienso que en contadísimas ocasiones, muy excepcionales (y jamás en el caso de los niños, por si acaso), es necesaria la fuerza física además de las otras. Cuando una persona no comprende esto, o no es capaz de ver que llega el momento, o se rehúsa a usarla por miedo, por cuestiones de principio, por la razón que sea; hasta una cultura completa puede perderse y sucumbir y ha sucedido, ni hablar de un grupo, una familia, un individuo… En todas las otras ocasiones, estoy segura de que Milla se refiere al Kung-Fu «fuerza interior», por más paradójico que pueda resultar.

    Gandi logró cosas inconcebibles con su práctica activa de la no-violencia. Ahora bien no violencia NO es «no fuerza». La violencia implica una intención maligna de dañar, implica emociones bajas en la escala, como odio, ira y hasta terror…. la fuerza, incluso la física, no tiene por qué acompañarse de estas emociones, de hecho para surtir efecto para un fin constructivo, NO PUEDE o NO DEBE hacerlo.

    De la misma manera en que hay «emociones racionales» –entendiendo la razón (sinónimo de ética en este caso) como lo que nos acerca hacia la supervivencia y nos aleja de la muerte– podríamos decir que hay una «fuerza racional», que muchas veces es fuerza espiritual, de las ideas, de una intención impecable… y algunas contadas veces, es física. Yo también firmo tu frase, con una ligera enmienda: es «ama», no perdona. Ama no acepta (o está de acuerdo) necesariamente con lo malo de la acción enemiga. Es como con los hijos. Los amamos aunque destruyan nuestros juguetes de adultos. ¿Los perdonamos? No necesariamente, simplemente los amamos y comprendemos por qué lo hicieron… normalmente por NUESTRO descuido al haberlos dejado a su alcance. Ahora bien, no estoy aún a ese nivel aunque firme la frase… hay todavía enemigos a quienes me resulta imposible amar.

  15. KM o MK

    Nunca aprendí kung-fu.Lo más que llegué es a practicar durante bastantes años judo. Uno es de origen chino, el otro japonés,uno significa fuerza interior(según me chiva K) el otro algo así como camino a la suavidad…

    Tengo que parar, las palabras ya bullen en mi cabeza.Lo habéis vuelto a conseguir.De comentario a nueva entrada. Luego la termino.

    -Veré Matrix
    -La SF me gusta, pero creo que no tanto com a M
    -La versión que propones K de la frase de O. W. es mejor, pero a nuestros enemigos les duele más que les perdonemos que que les amemos.

  16. ¿También yo? ¿Me emplearás de Musa o es un privilegio de Karen solamente? Me fascina la idea, si consigo el trabajo, sólo espero que haya un tutorial en algún lado, o un curso por correspondencia o algo….

  17. Importante empresa del sector creativo ubicada en Europa busca musa para incorporarla a su plantilla.

    Se requiere disponibilidad de tiempo, mente abierta y ganas de inspirar.Se valorará experiencia probada en este campo.Imprescindible dominio de kung-fu.

    Se ofrece un entorno de trabajo agradable y posibilidades de promoción.La formación correrá a cargo de la empresa. Salario a convenir.

    Abstenerse curiosos.

    Enviar curriculum vitae.Se garantiza respuesta.

  18. jajaja…. este Jusi. Creo que Milla cumplirá perfectamente las expectativas del cargo. Ya vendré a enterarme. Abrazo y buen fin de semana.

  19. Gracias por el deslumbrante artículo. Lo releí varias veces. No puedo agregar nada que no se haya dicho, solamente agradecer. Para que se ría voy a contarle que leí Dorian Gray a los quince años, y ahora que soy un señor mayor, hice pintar mi retrato en un lienzo de enormes dimensiones con la intención que se repitiera el hechizo, o que al menos el retrato envejeciera y yo siguiera igual. Desafortunadamente, no sólo no se verificó el ansiado resultado, sino que con horror comprobé que yo envejezco y el retrato sigue igual…marioalvarado

  20. Hola Mario,
    Estoy encantado de verte por aquí y agradecido por tus amables palabras.Te conocía de leerte en el faro de Luis.Conozco también tu magnífico blog.Nos veremos en él también.

    Igual, si destruyes el retrato pasa lo contrario que en la novela, él envejece y tú recuperas la juventud perdida.

    Por intentarlo…

    Un abrazo

  21. No se si con la misma fuerza que usted , o mas, fui seducido por tan impactante biografía de O.W. su carta dirigida a Lord Alfred Douglas es la mas conmovedora escrita por un corazón quebrado como una copa de cristal .No tengo la suerte de viajar , de hecho nunca lo he hecho, pero creo que si algún día lo hiciera lo primero que visitaría seria su tumba.

  22. Hola Jose Antonio,
    Bienvenido al blog. Me alegra compartir contigo la amistad con O.W. Nuestro amigo irlandés es muchas cosas a la vez pero a pesar de su empeño magnifico por desconcertar y epatar al mundo no puede evitar acabar conmoviéndonos. Lo hace aún con su obra y lo hizo con su propia vida.

    Salud!

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