Consideraciones
La paciencia es una virtud. Según se mire.A veces llamamos paciencia a la incapacidad para reaccionar.Pensemos, por ejemplo, en lo que sucede cuando alguien dice o actúa de una manera con la que no estamos de acuerdo.Tenemos tres opciones:mandarle a tomar viento fresco.Normalmente no es recomendable aunque puede en ocasiones ser necesario por higiene mental.Libera tensiones.La segunda sería rebatir sus argumentos o actitudes con otros que consideramos más adecuados. Esta es la vía razonable, aquella mediante la cual se supone que deberíamos conseguir los mejores logros, tanto personales, puesto que es nuestra propia conciencia la que nos impele a actuar así y esto le deja a uno con la sensación del deber cumplido, como prácticos, ya que es el único medio por el que podríamos convencer a nuestro adversario para que deponga su actitud o modifique sus criterios en un tiempo razonablemente corto.La tercera vía es la de no decir ni hacer nada, bien porque consideramos inútil cualquier pronunciamiento al considerar que no merece la pena el esfuerzo en vista de los previsibles nulos resultados o bien porque contamos hasta diez antes de respirar profundamente y esperamos mejor ocasión para resolver el entuerto.
Las tres vías las utilizamos constantemente todos.Miente quien diga lo contrario.La diferencia entre las personas reside en cúal de las tres utilizamos más asiduamente.Los partidarios de la primera, llamésmole la vía del exabrupto, suelen ser personas que no buscan convencer sino vencer. Si fueran deportistas practicarían el boxeo.Tienen muy claro que quien no piensa como ellos, está contra ellos y actúan en consecuencia.El mundo lo dividen entre listos y tontos y ellos son siempre los listos.Estas personas son inofensivas cuando limitan su campo de acción al bar de la esquina o a la oficina.Si les damos alguna responsabilidad la cosa cambia.Las consecuencias son ya imprevisibles.
La segunda, la bautizaremos como la vía razonable, la utilizan personas metódicas que suelen estar muy convencidas de lo que piensan y que consideran que su punto fuerte consiste en descubrir el punto débil de los demás y, de esa forma, desbaratar,sus ideas,acciones u opiniones.Serían indudablemente,en nuestro símil deportivo,practicantes de las artes marciales o ajedrecistas.Estos no son simplemente listos, se consideran más bien inteligentes y sus contrincantes son seres primarios a los que se puede convencer o en su defecto derrotar dialécticamente.
La tercera vía suena siempre bien porque la relacionamos con algo nuevo y original.La denominaremos la vía paciente.Su método de acción consiste en dejar que el otro acabe dándose cuenta de su error por sí mismo.Nunca le contradicen.El mejor desprecio es no hacer aprecio es un lema que llevan grabado a fuego en su frente.No practican ningún deporte, se limitan a pasear.Huyen de la competición.Ponen en el tiempo sus esperanzas pues, como dijo aquél,el tiempo pone a cada uno en su sitio.
No es difícil concluir que todas ellas tienen sus pros y sus contras. La primera desahoga, ya lo hemos dicho,pero puede esconder violencia y ésta es cuando menos peligrosa.La segunda es lógica y puede que demoledora dependiendo de la valía de quien la practique pero, siempre hay un pero,puede ser cansina.El ser humano,nos guste o no, gusta a menudo de dejar de ser razonable y actuar por impulsos.La razón agota al impulso, lo aburre.La tercera busca dar ejemplo,cree que la única manera de que alguien comprenda su error es que lo viva en primera persona, que se dé cuenta,que sea consciente y que vea la luz.La trampa en este caso es que ,como decía al principio, esta argucia, no pocas veces, no es más que un disfraz de la cobardía.No nos atrevemos a rebatir o a criticar y nos convencemos a nosotros mismos,ésta es probablemente la capacidad más desarrollada por el género humano,de que es más sabio no decir o no hacer,que no merece la pena actuar y que un profundo silencio acabará desbaratando los argumentos o las acciones del otro.
Tópicos
Todas las clasificaciones son injustas, todas encierran parte de verdad y de mentira.Son como los tópicos, en los que todos caemos aun a sabiendas de que no describen objetivamente la realidad.Tomando el hilo de los tópicos podemos mostrar con ellos un ejemplo gráfico.Los latinos representarían al primer grupo, son los que vociferan,los que ríen en alto de lo que dice el otro y los que tratan de acallar a fuerza de gritar más fuerte.Esa desconsideración del contrario parece situarles en el mal camino en la asignatura de las relaciones humanas.La realidad nos demuestra sin embargo que su cultura es envidiada por su adaptación a la vida, por su alegría y por su capacidad de disfrutar a pesar de las dificultades.Mucho ruido y pocas nueces.
Los centroeuropeos se nos muestran como ejemplo del esfuerzo y del trabajo.La razón es su diosa y el desarrollo su objetivo.En cuanto tienen un minuto libre se lanzan de cabeza al caribe o al mediterráneo.Disfrutan como locos mostrando al vikingo que llevan dentro.Si la razón no convence utilizan sin dudarlo el martillo para imponer sus criterios.La letra con sangre entra.
La tercera vía es oriental.Su capacidad de aguante es infinita, su paciencia proverbial y su sabiduría, aunque casi nadie la entienda,es legendaria.Cuando China despierte, en Benarés encontré la verdad,hare krishna…Todo el mundo vuelve fascinado de la India y nos intenta convencer de que allí la pobreza no es pobreza, es otra cosa.Viven en la miseria y sonríen. Esta reverencia dura lo que el recién llegado tarda en darse una ducha de agua caliente y en encender su televisión de cuarenta y dos pulgadas.La paciencia es una virtud. Ohmmmmmmm.
En occidente, donde ya casi todo es marketing y publicidad, ya hemos patentado la cuarta vía e incluso la quinta.Falta un pequeño detalle: darles contenido.
P.D.: Somos contradicción. Este texto está plagado de ella.Así quiero que lo esté.
Bueno pues en medio de tanta contradicción y tópicos te dire que soy 70% centroeuropea, 20% latina y lo restante occidental, ya que la paciencia es de lo que mas carezco.
somos contradiccion, somos una contradiccion constante a todas horas…
Querido y contradictorio vecino, comienzo por el final, tomando nota de tus contradictorios deseos… así será, nunca osaría contradecir una entrada como ésta.
Tuve un poco de dificultad con ella, porque debo confesarte 😳 que desconocía la acepción de retórica de la palabra «tópico» lo cual me dejó semi-inconsciente desde la primera vez que la leí, precisamente porque ¡no sabía que había ahí algo que no sabía! Afortunadamente tenemos a la RAE online y se hace la luz en las tinieblas.
De las consideraciones, pienso que la via que debe emplearse depende a) de lo que quieres lograr, b) de lo que llaman tus «fortalezas y debilidades» (o, por qué no, con qué pie comenzaste el día y cómo te sientes) y c) de a qué o a quién te enfrentas. Si logras lo que buscabas, es la señal de que has empleado la vía correcta, en el momento correcto en la situación/con la persona correcta.
De los tópicos pienso que me gustaría saber a quiénes le llamas «latinos». Tu descripción muy precisa me encaja en la percepción que tengo, por ejemplo de los italianos…. Algo así como la familia de Loretta (Cher) en «Moonstruck», de Norman Jewison. Ahora, si te refieres a los latinoamericanos… bueno, not at all, a menos que tengan ascendencia africana (El Caribe –incluyendo el Sur de EEUU el Norte de Sudamérica y parte de la zona occidental de Centroamérica– Brasil, la región del Amazonas y algunas zonas de Paraguay, Argentina y de la costa peruana). Naturalmente no estoy de acuerdo con la visión cuasi-nazi que planteas de mis ancestros centro-europeos, aunque sí podría entender que su comportamiento pudiera interpretarse de esa manera. Y con «occidente» (donde olímpicamente te incluyes) te refieres a… ¿qué?
fireinyoureyes,
Todos llevamos encima la contradicción y la mezcla.Lo que varía es el porcentaje.Lo difícil es buscar el equilibrio.Nadie sabe dónde está.El equilibrio perfecto es, probablemente, una entelequia.
K,
Ese es el problema de las certezas,que no lo son. Lo que sucede es lo que te pasó a ti: «no sabías que había algo allí que no sabías»
Tienes razón en lo que dices con respecto a las consideraciones.Para aplicar una vía en cada caso hay que ser eminentemente práctico y eso es muy difícil, no tanto por la dificultad técnica sino por un problema de temperamento.
Para estar hablando de tópicos me pides demasiada concreción. De la misma manera que tú tienes una percepción determinada de los italianos existe un tópico, que encierra, como todos, verdades y mentiras, sobre los latinos en general.
Occidente es un término general que se contrapone a otro término general que es oriente.
Lo que me importa de la entrada no son los ejemplos ni los tópicos sino la imperfección de las tres vías y sus peligros.
Gracias por las precisiones. No te pido nada, dios me libre… sólo expresaba mi forma de ver una parte (la no-importante) de tu entrada.
tu lo has dicho, la clave está en encontrar el equilibrio lo que es bastante dificil aunque alcanzable en ciertos momentos de la vida, peor al cabo de un tiempo se vuelve al caos y al desequilibrio total.
Contradicciones.
Como me gusta hablar de las mías. Todos tenemos.
ES más, todos somos una contradicción viviente.
En una ocasión me quedé perplejo. Y así sigo. Más aún después de sus contradictorias consideraciones.
C.Castaneda tras la ingestión del puchero de las siete vidas.
Turista en tu pelo,
Las contradicciones son un hecho.Parece que sólo un superhombre puede no caer en ellas.Cumplir siempre con lo que uno piensa y cree nos queda aún bastante lejos.
Seguiremos en el empeño pero mientras tanto aceptemos con al menos humor de qué estamos hechos.
Don Perplejo Peyote,
¿Podría por favor desvelarme cuál es la causa de tanta perplejidad?
Carlitos