Haciendo un símil con el desarrollo humano, parece claro que internet y las nuevas tecnologías en general todavía están gateando. A pesar de eso , y de la misma forma que un bebé transforma nuestra vida en algo diferente, podemos decir también que la aparición de internet y compañía en nuestras vidas, han trastocado muchas más cosas de las que imaginábamos.
La primera y más evidente es la aparición de la llamada brecha digital, esa que está separando a la humanidad entre los que utilizan y aprovechan las nuevas tecnologías y sus posibilidades y aquellos que por falta de tiempo, medios, desconocimiento, edad o pereza se están quedando atrás y no llegan a conocer y percibir la transformación que está experimentando la sociedad actual debido a estos avances técnicos.
En materia laboral se suele considerar motivo de despido la falta de adaptación a los cambios tecnológicos. En una empresa se espera de un empleado que se vaya adaptando y formando para poder hacer frente a los cambios que se van produciendo. Si no , el sistema prescinde de ellos.La ley exige que se les de la oportunidad de formarse, pero si el intento fracasa, se está legitimado para quitarlos de en medio .En la sociedad actual , y no sólo en el ámbito laboral, se está produciendo cada vez más este fenómeno.
Los niños, hoy en día, nacen con un mando a distancia bajo el brazo,y como quien no quiere la cosa aprenden a manejar vídeos, dvds,cónsolas, televisiones y todo aquello con botones que se les ponga por delante.
Sin embargo la gente mayor y quienes creen no necesitarlo, rechazan su incorporación a este nuevo mundo digital y virtual.Se están quedando atrás y no participan en esta nueva dimensión de la realidad.¿Les hace falta? No lo sé. Lo cierto es que la brecha es cada vez mayor.
La revolución tecnológica está siendo tan rápida que apenas nos da tiempo a reflexionar sobre lo que está ocurriendo y no percibimos claramente los cambios sociales que puede propiciar.Todo sucede demasiado deprisa, y eso no es bueno.Las nuevas generaciones aprenden a usar gran número de cachibaches pero no relfexionan sobre lo que esto supone.
Televisión ,dvd,ordenador, reproductor de mp3, fotografía digital, cónsola de juegos, mandos a distancia, teléfonos móviles, pendrives y un largo etcétera forman parte ya de su vida cotidiana.Plasma, banda ancha, gigas, megahercios, píxeles, memoria ram, mp4 y otros tantos nuevos palabros son parte del vocabulario de cualquier persona que se considere bien formada.Nos guste o no, este fenómeno es imparable. Lo necesario sería reflexionar sobre sus pros y sus contras.
El ser humano ha evolucionado, como todas las especies, adaptándose, para sobrevivir, a los cambios que le venían impuestos desde fuera. Lo peculiar de nuestra especie es que fue el débil, el que fue expulsado de la selva por los más fuertes,el que se tuvo que adaptar a la nueva situación.Se vió solo en la llanura, sin refugio ni alimentos y sin medios para defenderse.Ya no necesitaba saltar de rama en rama para trsladarse o escapar. Se incorporó, se irguió, liberó sus manos y pudo agarrar con ellas palos y piedras con los que defenderse de sus enemigos.Cuando a lo lejos vislumbraba peligro, emitía un sonido que los demás entendían como signo de alarma. Había nacido el lenguaje, la comunicación y con él la reflexión.Colaborando unos con otros era más fácil dominar a sus rivales y al medio hostil en que vivían.Así, poco a poco, hasta nuestros días.
Hoy las nuevas tecnologías son esos palos y piedras que nuestros antepasados utilizaban como defensa o como herramientas; los e-mails, los blogs, las páginas web…son los sonidos que emitimos para comunicarnos, para transmitir información y para hacer que este mundo separado hasta ahora por distancias insalvables, se convierta en algo pequeño que cabe en la pantalla de un ordenador.
Si reflexionamos sobre ello y lo utilizamos bien,podremos defendernos de nuestros enemigos: la opinión oficial, las clases sociales, las fronteras, el poder de los medios de comunicación, y las trabas que algunos poderosos ponen al conocimiento. Las herramientas que nos brinda el desarrollo tecnológico las podemos utilizar para ser más libres.Podemos crear, opinar, pensar, criticar y comunicarnos con quien queramos sin barreras que puedan impedirlo.Esto significaría el paso de los monopolios y oligopolios a la competencia perfecta.
Tal vez este sea el aspecto más importante de esta transformación.La revolución social que puede traer consigo es de una envergadura tal,que , creo, aún no podemos imaginar
Internet, por ejemplo, es una representación de todo lo bueno y lo malo que los seres humanos representamos. Es un monstruo insaciable que engulle constantemente información.Se deja alimentar dócilmente por cualquiera y su estómago no tiene fin.Separar lo bueno de lo malo, discernir lo que nos interesa y lo que no, es una tarea cada vez más complicada.Hemos pasado de una información impuesta y teledirigida a un exceso de información.
El lado positivo es que por primera vez en muchos años estamos viendo nacer comunidades de personas que colaboran unas con otras, que ayudan a resolver nuestros problemas y dudas o a mejorar nuestros concimientos.Yo colaboro, tú colaboras, yo ayudo, tú ayudas, yo te cuento lo que sé, tú me cuentas lo que tú sabes.El conocimiento y la información se socializan. Y se hace, muchas veces, a cambio de nada.Esto está despertando muchas conciencias que se han dado cuenta de que no es un sueño imposible y de que cualquiera puede participar en él. Aquí no hay barreras de entrada.
Comunidades libres de personas que piensan, informan y comparten sus conocimientos sin importar banderas ni patrias. El desarrollo como colaboración de muchos, como mejora constante. Libertad de elegir, de buscar y dar información.Libertad de participación y opinión.
Este es sin duda el lado positivo de la revolución que nos ha tocado vivir.Tiene ,por supuesto, su lado oscuro:descontrol,exceso,falta de rigor,publicidad, marketing…en fin, pensándolo bien, nada a lo que no estemos ya acostumbrados.
Compañeros:Hasta la victoria, siempre.
La primera revolución tecnológica, la revolución neolítica, se inició hace ya ocho mil años. Supuso el control del ser humano sobre su propio abastecimiento de alimentos y como consecuencia, cambios radicales en la historia de la civilización humana. Se inicio en, Oriente, (de donde tantas cosas nos han llegado a los occidentales –el papel, el timón, la brújula, el alto horno, la tradición empírica, el budismo…-) y se extendió a todo el mundo.
La segunda, la industrial del siglo XVIII, se originó en Europa, Inglaterra. También trajo un cambio radical en la historia, pero, ay, en este caso ya no cabe hablar de la civilización humana, el aprovechamiento fue para la civilización occidental.
Hija suya es esta tercera que protagoniza tu último post.
La he leído, como todo lo tuyo, con interés y admiración.
También he leído que en el momento presente hay 1.300 millones de usuarios consolidados, más o menos el 20% de la población mundial. Es una cifra impresionante, pero no nos dejemos deslumbrar, el verdadero reto es pensar en ese 80% que todavía no tienen acceso a la Red.
Hagamos como nuestros antepasados en el neolítico, consigamos extenderla a todo el mundo.
¡Hasta la victoria, siempre!
Las revoluciones que tanto tú como yo citamos han nacido fruto ,no de la esperanza de lograr una mayor igualdad y plenitud de la especie humana sino de la esperanza de lograr mayores beneficios sin importar como estos son repartidos.Si cada vez mayor número de personas vive mejor en el mundo(en terminos absolutos) no lo es porque tengamos una especial preocupación en que esto suceda sino como «beneficio colateral». Lo que si podemos , es aprovecharnos de las posibilidades que nos dan los grandes cambios para intentar que la revolución logre unos objetivos distintos a los que que originariamente tenía.