Ciudadanos educados

La Conferencia Episcopal ha lanzado una cruzada en contra de la asignatura Educación para la Ciudadanía.Algunos padres y madres se han cruzado también y solicitan ser considerados objetores de conciencia. Es decir, sus conciencias les impiden que sus hijos sean educados en tal materia.

El contenido de esta asignatura es el siguiente:

  • Familia
  • Amor
  • Convivencia
  • Cuidado de las personas dependientes
  • Dignidad personal e igualdad de derechos
  • Participación en el centro educativo y ciudadanía
  • Identidad y autonomía personal
  • Derechos humanos
  • Estado de Derecho
  • Diversidad cultural
  • Cuidado de los bienes comunes
  • Protección civil
  • Circulación vial
  • Desigualdad:riqueza y pobreza
  • Conflicto en el mundo actual
  • Globalización

Imagínese cualquiera por un momento que es profesor y que le ha tocado en suerte o en desgracia impartir esta materia.Pregunto:¿Es un contenido lógico  para que se trate en las aulas? Parece evidente que sí.¿No hay mil maneras de tratar estos asuntos para que resulten atractivos,interesantes y que no hieran la sensibilibad de nadie?Sin duda sí.¿Estarán todos los padres de acuerdo con el enfoque que un determinado profesor dé a algunos  de estos temas? Por supuesto que no y además así tiene que ser.O ¿a todos nos gusta  cómo  interpretan la historia, o la filosofía, por decir algunos ejempos, todos los profesores de todos los colegios?No es necesario responder.

Inferir que con una programación como la aneriormente mencionada se va a hacer una apología del libertinaje sexual, una celebración de la homosexualidad, un ataque frontal a la familia tradicional, una invitación al aborto y no se qué más cosas, es digno de una imaginación desbocada y calenturienta. Pensar que unos temas tan amplios como los citados van a obligar a todos los profesores a tratar todos estos conceptos de la misma manera ,no pudiendo matizar,explicar, informar y aclarar es  digno ya no de imaginaciones calenturientas sino más bien de seres sin ninguna imaginación y que creen que hablar y explicar es siempre adoctrinar.A veces lo que más tememos está dentro de nosotros mismos.

Sigo preguntando: ¿Qué pensaríamos de un padre o una madre que que se declarase objetor de conciencia de la asignatura de ciencias naturales por estar ellos en contra de conceptos tales como el big bang o la teoría de la evolución? ¿Creerían tal vez que sus hijos ya sólo comerían plátanos  despueś de conocer a Darwin?

¿Qué pensaríamos de padres o madres objetores de la educación de las mujeres por no ser ésta una constumbre  propia de su cultura?

¿Y de los que se oponen a la enseñanza de la anatomía ?¿Les permitirán los jueces no enviar a sus hijos al colegio los días en que haya diapositivas de genitales?

¿Y si no quiero estudiar latín, griego o filosofía porque son de poca utilidad y no me van a dar dinero en el futuro?

Así hasta el infinito y más allá.

La educación debe ser un servicio público. No creo exagerar si afirmo que el 99% de la población (siempre hay alguno raro) acepta esto como algo positivo.El estado se tiene que hacer cargo de sufragar la educación de los ciudadanos.Esto se hace hoy en día bien ofertando el propio estado este servicio (colegios públicos), bien subvencionando colegios privados (colegios concertados).La mayoriá de ellos religiosos.Estos segundos subsisten por dos razones:la primera porque hoy por hoy el estado no dispone de medios suficientes para atender a toda la población, y la segunda porque se ha decidido respetar la voluntad de los padres a la hora de escoger el tipo de centro educativo que quieren para sus hijos.

Esto plantea nuevas cuestiones:

¿Debe el estado sufragar los gastos de los colegios privados religiosos o se tendría que limitar a ofrecer una educación  pública y laica  en centros públicos?

En un estado laico ¿se debe permitir que a los estudiantes se les adoctrine en el colegio en una religión determinada, siendo este adoctrinamiento materia de una asignatura y que además sea evaluable?

Ahora es hora de las respuestas:

El estado debería ser capaz de ofertar plazas para todos los niños en escuelas públicas laicas.

Si cumpliendo lo dicho anteriormente existe una demanda social exigiendo que sus hijos sean educados en escuelas privadas, se podría satisfacer esa demanda si y sólo si se garantiza una enseñanza en contenidos igual al de la escuela pública.

La esnseñanza de la religión, sea esta cual sea, debe quedar fuera del ambito escolar y por supuesto dejar de ser asignatura y mucho menos evaluable.

A pesar de que la mayoría de los ciudadanos profesen una religión determinada, no se ha de hacer distingos entre unas y otras excepto si alguna de ellas promueve creencias o actitudes contrarias a la legislación del país o a los derechos fundamentales de hombres y mujeres.

No es de recibo que continúe habiendo un concordato con la santa sede,es decir con el Vaticano, que haga que de una manera u otra se subvencione con dinero público la propagación y enseñanza de una religión

La educación para la ciudadanía se tendría que estudiar obligatoriamente, siempre que sus contenidos no atenten contra nada ni nadie y no se deberían admitir objeciones, de la misma manera que no se aceptarían objeciones a las matemáticas o al inglés por mucho que el inglés nos parezca una imposición del imperialismo yankee.(go home)

El que pudiendo aprender no aprende es un necio.

He dicho.

13 comentarios

  1. Estoy de acuerdo contigo en general. Con una excepción: aquello de que La esnseñanza de la religión, sea esta cual sea, debe quedar fuera del ambito escolar y por supuesto dejar de ser asignatura…

    No veo por qué.

    ¿Por qué una parte tan importante de lo que significa ser Humano debe quedar fuera, si tú mismo terminas tu entrada diciendo con toda la razón del mundo que El que pudiendo aprender no aprende es un necio.?

    Ahora bien, si la palabra «religión» para alguna persona resulta ser sinónimo de la denominación mayoritaria en la sociedad en que vive, esto es algo muy, pero muy diferente.

    Yo pienso que sí debe ser una asignatura, igual que el arte, los deportes y, naturalmente, la educación ciudadana. Pero que se enseñe religión o mínimamente «Historia de la Religión» o «Religión comparativa».

    El truco estaría entonces en qué definición de la palabra emplearíamos…. Una cosa es cierta. Religión NO es sinónimo de catolicismo, Islam, judaísmo y un etcétera virtualmente interminable, como no es tampoco antónimo de «ateísmo».

  2. Oooops, se me fue el comentario a medio escribir. Se me quedó en el teclado el hecho de que «la parte espiritual» del ser humano no es menos importante que la parte física. Como tú mismo afirmas, la mayoría de los ciudadanos profesa una religión. Además, es un derecho humano reconocido, igual que la libertad de expresión.

    ¿Por qué intentar «desaparecerla»?

    Pienso que en las sociedades que intentan ser modernas, la enseñanza de esta materia, de manera abierta, pluralista, tolerante, libre y sobre todo informada, sería un aporte para las generaciones que nos siguen los pasos.

  3. Tal vez me he expilcado mal. Evidentemente en la educación de cualquier persona deben entrar conceptos como los que tú mencionas. El fenómeno religioso, la dimensión espiritual del ser humano, la historia de las religiones y su repercusión en el pensamiento moderno pueden y deben aparecer en los currículos educativos. No necesariamente deben tratarse en una asignatura qe se llame religión.Lo que yo critico es el adoctrinamiento en una religión determinada.La transmisión de creencias no puede ser una asignatura ni puede ser evaluada. Este es el aspecto que yo creo que pertenece al ámbito privado.El estado no debe subvencionar el adoctrinamiento en ninguna materia.

  4. No estoy muy de acuerdo, el buen católico es buen ciudadano. Ya lo decía Voltere, «quiere que mis sirvientes sean católico aunque yo no le sea, porque así me robarán menos». ¿Cuál es el problema, que no admiten el matrigay? También tienen derecho a no admitirlo, debemos ser liberales con todos, no sólo con los que piensan como nosotros. A mi me gusta que haya cierta oposición frente al adoctrinamiento y la izquierda debería ser también beligerante con la asignatura pero está adormecida…

  5. Hola, Educación para la ciudadanía

    -Los católicos son buenos ciudadanos. De acuerdo pero como puede serlo cualquier otro.

    -Los católicos roban menos.Eso significaría que en España no habría prácticamente ladrones. Y me temo que no es así.

    -Los católicos no admiten el matrimonio gay. Están en su derecho de no aceptarlo, pero dudo que lo estén en el de no admitirlo y mucho menos en el de prohibirlo.

    -Debemos ser liberales. Evdente.Yo no me opongo a las creencias catolicas, ni a la religión. Lo único que creo es que el adoctrinamiento en una religión determinada no es una misión de la escuela sino que pertenece al ámbito privado.El fenómeno religioso en general por supuesto que tiene cabida en la forrmación de una persona.

    -La asignatura Educación para la ciudadanía adoctrina a los estudiantes.
    Esto está por ver, mucha gente da por hecho que esto es así.Yo creo que no es verdad.El temario de esta asignatura no nos obliga a adoctrinar.Por lo mismo muchas asignaturas estarían bajo sospecha: Historia,Etica,Filosofía,Economía,…

    -La izquierda tiene que ser beligerante con la asignatura.Lo tendrá que ser si hay motivos para ello.

    -También los católicos deben ser liberales.

    -Todas las personas merecen respeto pero no todas las creencias, opiniones o costumbres

  6. Si consideramos la religión como un conjunto de creencias compartidas, para no morirnos de miedo y para aligerar la angustia existencial, que además y precisamente por ser compartida nos facilita el hecho social, está claro que seguro que los de Atapuerca la necesitaban absolutamente. Por eso lo de la religión es cosa antigua. Pero hoy en día estamos dotados de una amplia panoplia de recursos . De hecho mucha gente la ha sustituido por el horóscopo, la lucha contra el cambio climático, la tribu urbana o lo que cada cual haya escogido. Para muchos es innecesaria, y además molesta. Creo que sería mejor dejar a la religión fuera del sistema educativo. Imponiendo su presencia se la convierte en algo muy lejano de lo que supongo que fue su origen (esa especie de amalgama que nos une para luchar juntos contra el misterio de la muerte)

    Cuando yo era pequeña, hace casi medio siglo, teníamos una asignatura que se llamaba «historia sagrada». Como historia resultaba muy sui generis porque rigor, lo que se dice rigor histórico, no tenía mucho. Pero contaba historias, aterradoras unas; emocionantes otras y singulares todas. No recuerdo que intentaran ser edificantes, que no lo eran, ni aleccionadoras. Eran más bien como las historias de la mitología clásica, que también nos enseñaban. Las correrías de Zeus, las plagas de Egipto, el mito de Ceres, la mujer de Lot convertida en sal, la historia de Edipo…
    Ahora que ya ha pasado tanto tiempo creo todas juntas hicieron un caldo espeso que se ha quedado conmigo.
    En tiempos de civilizaciones mal aliadas me parecería más útil una asignatura con los contenidos propios de la civilización occidental, que debe mucho al cristianismo, sí, pero también a lo anterior. ¡Vivan los griegos y los romanos!

  7. y los judíos y los turcos y los vikingos y los árabes y los celtas y los íberos y los chinos y los indios y los sioux y los misquitos y los taínos y los aztecas y los íberos y los guanches y todos los que en el mundo han sido. Pero ojalá que en el futuro sólo se refieran a los humanos, sin apellidos.

  8. Los taínos no sé quiénes son, pero esa enumeración ¿?. Yo no pensaba en el universo mundo, del que desde luego formo parte, sino de la civilización occidental, entendida esta como un segmento, que forma parte de un todo, con el que ciertamente comparte rasgos, pero del que se distancia por oposición a otros segmentos, contemporáneos claro.
    Te admito los judíos, los vikingos, los árabes y los celtas (con reservas). Turcos, chinos, indios, sioux, misquitos, y aztecas te los discuto. Y los guanches y los iberos, pues, qué quieres que te diga. Supongo que entran en el club occidental, pero menos, un poco como los vascos y las vascas.

  9. Nos estamos yendo del tema. Todo empezó con La Educación para la ciudadanía, que yo defiendo.Yo quiero ser ciudadano y que cada vez logremos más derechos para todos ellos.Luego siguió con la religión como asignatura que yo no apruebo.Adoctrinar no y menos en la escuela.Después vino la religión como fenómeno que sí que me interesa y estudio.Tras esto llegamos a los mitos y leyendas que me entretienen.Y por fin a la civilización occidental como segmento.Yo quiero que el todo sea uno. Ser español, europeo,oriental u occidental es un asunto que me resbala.La tradición no me interesa.Tengo miedo de etiquetas, apellidos,religiones oficiales y civilizaciones dominantes.Me gusta pensar en un mundo en el que ,aunque sea gracias a griegos,romanos y demás parientes todos seamos ante todo ciudadanos.

  10. Gracias por tu mención de los Taínos. Desafortunadamente, «desaparecieron» como raza de manera nada misteriosa, gracias al «descubrimiento» y posterior «evangelización» de América. Al menos en mi país –como ocurrió en el resto del Caribe– no quedó ni uno solo, siquiera para contar la historia… Esa fue la razón de que los laboriosos «conquistadores» importaran esclavos de África para que les hicieran los oficios. Etcétera.

    No te explicaste mal para nada. Al menos, yo te entendí de lo más bien. Lo que ocurre es que quise traer a colación el tema de la precisión de los conceptos, para llamar al pan, pan y al vino, vino. No tiene demasiado sentido, lo reconozco, pero igual me molesta un poco este asunto de que la gente diga o piense religión=catolicismo o, peor aún, vice-versa. De igual modo que ocurre con que ellos mismos y el resto del mundo llamen «Americanos» a los ciudadanos de los Estados Unidos, como si fueran el único país del continente, o tal vez el único que merece la pena ser mencionado…. En todo caso, agradezco la aclaración. 🙂

  11. El lenguaje, nos dicen, es comunicación, pero como tú bien añades el lenguaje debería ser precisión.Sin precisión no hay comunicación y sin comunicación no hay lenguaje.Un lenguaje impreciso nos lleva a la mentira y la pesrversión.

  12. Bienvenido al blog fulanito,

    Ya he visitado el enlace y verdaderamente escuece.

    Gracias por la visita y comentario.
    Nos vemos

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