Era un atardecer de esos que invitan a cerrar las cortinas y mirar para adentro.Era una invitación a no hacer nada.Un rato de cine parecía una buena idea.Dejar que el mundo pase ante tus ojos y montarte en él si te apetece y, si no, dormir plácidamente.
Busqué entre las películas pendientes y pasé un buen rato seleccionando la más adecuada.Allí apareció, una entre tantas,yo la escogí.Se trataba de «Closer», pero eso ya no importa.Era tan solo un bello envoltorio para la perla que dentro encerraba.Lo que queda de aquel día no es la película sino algo que sucedió en ella.Hay una escena en la que suena de fondo una canción.Dejé de ver las imágenes y quedé enganchado a la voz que cantaba.
Closer se fue, la canción permaneció y yo con ella.Acción y reacción, causa y efecto.Atardecer despiadado, quedarse en casa, Closer, canción,internet,google,teclear el título, y encontrarme con él.Amor a primera vista.Mi nuevo amigo.Él no sospechaba que a partir de entonces no dejaría de ser parte de mis días y de mis paseos.Otro irlandés.Y van…
Damien Rice representa algo que me gusta, que admiro y envidio.Es un artista y eso,en estos días en que esta palabra está tan desgastada, tan devaluada,en que casi todos los que la utilizan la desprestigian, me hace concebir alguna esperanza.Gracias a gente como él los ladrones de palabras quedan al descubierto y vemos lo que simple y llanamente son:vulgares ladrones, impostores de la nada,becerros de oro adorados por un mundo adocenado.
Damien es un artista independiente en una época en la que si no te identificas con algo eres transparente.Es fiel a una forma de hacer, de escribir, de componer y de interpretar que es suya, nada más.Lo tomas o lo dejas.Conectas o no.Eres de seda o de hierro.
Hasta hace unos pocos años recorría Europa tocando por las calles.No sé si era feliz,desconozco si la necesidad le empujaba a regalar su música por la esquinas.Al menos hacía lo que tenía que hacer.Alguien confió en él, bendito sea, y le permitió usar un estudio de grabación portátil.Así nació,artesanalmente,uno de los mejores discos de los últimos años:»O». No voy describir ni explicar su música.La música se escucha, se siente, no se entiende.
Un año después, tras un verano de sol y campos de trigo tuve un regalo inesperado: un viaje a Dublín.Pensé que sería una buena forma de transitar entre el sol y el otoño que asomaba.
En Dublín pasé los últimos días de agosto,recorriendo sus calles llenas de literatura.Es una ciudad alegre en medio de la melancólica Irlanda.Bullicio rodeado de silencio.Piedra entre verde.
El regalo aún no se había completado.En el bar del hotel Shelbourne,entre pintas de Guinness abrí un sobre y allí estaba la entrada.Marlay Park, Damien Rice en concierto.
Me gustó verme rodeado de irlandeses.Yo, el único moreno entre tanto pelirrojo.Ellos jóvenes, yo no tanto. Fue una noche tibia de fines de verano.Tuvimos suerte.Allá, tan al norte,el tiempo es todo menos predecible.No sonaron arpas ni asomaron los celtas sus cabezas.Damien,pequeño y frágil,llenó la noche de sentimiento.Yo escuchaba atento y sentía que había hecho bien, que ese era mi sitio y que esa noche marcaría una muesca en mi memoria.Uno puede encontrar su lugar donde menos lo espera.
Yo, que me empeño en defender la literatura como la mejor manera de explicar el mundo, que pienso que la razón es nuestra mejor arma, caigo una y otra vez del caballo, como Pablo, para descubrir la luz,para comprender que momentos como aquél hacen por mí tanto o más que miles de palabras impresas.La música te atraviesa.No importa por donde entre.Si lo hace es inútil preguntarse algo.Via de conocimiento.Arte.Damien lleva consigo ese poder.Probablemente no lo sabe.Por eso resulta tan sincero.
Eres un romántico de vieja escuela, de esos que en otoño leen poesía en los parques, amagados entre las inundaciones de hojarasca, observando el mundo detenerse un segundo.
La música también me atraviesa, también me obliga a dejar de leer o escribir para escuchar cuatro notas interpretadas de mil formas diferentes y sobre todo, como en muchas ocasiones, frases de seis palabras que dicen más que un tocho soviético de tres mil páginas.
Se acabó la canción que colgaste, se acabó el coment.
Un abrazo
Si como yo, te quedaste sin vacas, ajo y agua.
Pero no, ahora que caigo, tu tienes vacas, ¿No sales? Bueno, pues a la contra de lo anteriormente dicho, a disfrutar si las tienes.
Bueno,Eduard, habría que ver quién es el romántico aquí.Yo, que ni se me había ocurrido pensarlo, o tú, que ves toda esa poesía, parques y hojarasca.
Lástima que te quedaras sin vacaciones.Yo intentaré disfrutarlas por los dos.Mientras tanto come ajo, bebe agua y sigue escribiendo.Te debes a tus lectores.
Gracias, Jus, por poner a este fabuloso cantante. Yo lo había escuchado y me quedé prendada de su voz, pero no sabía quién era ni de donde. Gracias a tí, ahora ya puedo buscarlo.
Suerte la tuya por haberlo escuchado en vivo….Tal y como nos cuentas, un momento mágico que se atesora.
Un abrazo
De nada, Marysol.Me alegra poder dar a conocer algo que para mi merece la pena ser conocido. A veces uno disfruta guardando sus secretos, pero si lo pensamos bien, es injusto no compartir descubrimientos.
Saludos
Me gustó mucho la presentación de Damien por la ambientación. Casi se pueden respirar las calles grises de Dublin a través de tus ojos….
La canción, bueno, esa canción en particular deberían prohibirla, en cualquiera de sus versiones y dejo eso ahí. Estuve escuchando muchas otras en youtube y son todas muy hermosas, musicalmente al menos; de las letras no estoy segura. Pero entiendo lo que tú dices, transmite algo a lo que es casi imposible ponerle nombre. Y ese algo algunas veces te atraviesa, otras, pues… sientes que está «killing you softly…» y si te descuidas, sucede que es peligrosamente literal.
Yo hubo un tiempo, hace ya muchos años, en que me regodeaba en la tristeza de algunas canciones.Las quería oir sólo cuando estaba mal.Parece que quería estar peor.Esto ya no me ocurre hoy en día.Lo que me gusta de Damien( y de otros) es indescriptible.No es que me procure compañía cuando la necesito ni tristeza cuando estoy triste.Me transmite sinceridad, honestidad y sensibilidad.Puedo entrar en su música de manera natural.Me transporta pero sigo siendo yo.Todas sus canciones me parecen cortas, no quiero que acaben.Pensé que palabra usar para describirlo.Atravesar fue la elección.Cantar con las entrañas también me gusta.
Cantar con las entrañas me parece, si me lo permites, más apropiado para Ivan, no sé, quizá por la fuerza, quizá por el volumen…
Todos hemos pasado por el «amague asistido» por la música. De hecho, hay intérpretes y hasta estilos especializados en ello, me imagino que el blues es un buen ejemplo. Algunos son más sinceros, algunos son verdaderamente músicos/artistas, no todos. Patricia diría que es un asunto de vibración similar o algo así y no deja de tener razón… pero ahí voy yo otra vez, con mi manía de nombrar, establecer y determinar… no es necesario en este caso, tú lo has hecho más que bien.
Van lleva un león dentro.Damien no sé todavía lo que lleva.He dicho con las entrañas queriendo decir desde dentro.No digo desdes el corazón,no puedo,está más que desgastado.Ya suena hasta cursi.Complejos que tiene uno.
Damien Rice…. por qué no? Voy, lo escucho, y regreso.
Soy todo oidos.
Es extraño, es como si no hubieran transcurrido el tiempo. La sensación al escucharlo es TAN parecida…..
Y con gente como Damien asi será siempre.