Empatías imposibles

Todavía estoy conmocionado con la imagen de un chico armado atrincherado en un aula disparando a niños y niñas de diez años. Es imposible entrar en una cabeza capaz de planear semejante monstruosidad. La incapacidad más absoluta de ponerte en el lugar del otro, de pensar tan siquiera que está miserablemente loco. La mente se… Sigue leyendo Empatías imposibles

Pobre Ucrania

Huelga de transportistas, desabastecimiento en los supermercados, subida de los precios del gas y de la luz, perspectivas de que el producto interior bruto crezca un punto y medio menos de lo planificado, crisis energética, crisis en las materias primas, disminución de turistas rusos el próximo verano, los mercados bursátiles caen, el precio de los… Sigue leyendo Pobre Ucrania

Tartufos o los impostores

La política es una actividad que tiene que tener consecuencias. Si no, cambiémosle de nombre. Las personas que se dedican a la política están obligadas a decidir y a hacer. Si no hacen ni deciden no son políticos. ¿Qué son entonces? Las respuestas pueden ser variadas pero, como los diez mandamientos, se resumen en dos:… Sigue leyendo Tartufos o los impostores

Señor presidente

Estoy hasta la coronilla, hasta los huevos, hasta los cojones de que sólo seas capaz de hacer mohínes. No soporto las estrategias ni a los estrategas cuando las decisiones son imperativos morales. Cuando uno tiene la obligación de hacer algo lo hace y basta. No importan las consecuencias. Es más, un imperativo moral no contempla… Sigue leyendo Señor presidente

Arde París

Ayer por la tarde me enteré, como se enteró todo el mundo, de que Notre Dame de París estaba ardiendo. Ayer por la noche vi en televisión, por las noticias, como vio todo el mundo, imágenes de Notre Dame de París ardiendo. Ayer me acosté y en la radio trataban de describir el horror de… Sigue leyendo Arde París

Alegría y tristeza

Dos imágenes permanecen en mi cabeza. Las dos han tenido lugar en estos últimos días. Una es buena, la otra es mala. En la primera las mujeres, en primera persona, exigían igualdad. Algo tan simple como eso. Lo hacían de manera decidida, combativa pero fundamentalmente alegre. Esa alegría contagió de entusiasmo las palabras que reivindicaban… Sigue leyendo Alegría y tristeza